Reflexiones antes de mis 18 años...

Esta mañana me levanté y pensé que debía inscribirme en el registro electoral, hasta ayer creía que no podía hacerlo porque cumplo años el 16 de septiembre. Pero…todo empezó cuando estaba hablando con Zori, una gran amiga, la hija de la señora que me cuidó desde pequeña. Digo esto porque es increíble que mi pana del alma, me entusiasmara, ella lo sabía todo. Yo, ni idea.
Me preguntó, mientras nos poníamos al día, así, al rompe, que si yo quería a Venezuela.
Pues claro, como no quererla, si es mi país. Parece tonta...

Pero, al repreguntarme cómo lo demostraba, me quedé patinando... ¡Verdad! ¿cómo lo demuestro? Ahí empezó un bombardeo de cuentos, comentarios, risas... De todo.
La verdad, es que me preguntó sobre las elecciones del 26 de septiembre y… ¡¡¡qué pena!!! Yo ni sabía y eso que me jacto de ser buena alumna, pero en mi colegio nadie me ha dicho nada.
Zori me decía que en el suyo, habían reunido a todos los que cumplían los 18 y les habían hablado de la importancia de participar en las elecciones como un ejercicio de democracia.
Me contó de todo, hasta lo que hacía y lo que era la Asamblea Nacional. ¡¡¡Qué pena!!! Yo ni idea.
Lo que me pareció patético fue que hace cinco años, en las elecciones anteriores, muchos decidieron no votar, pero ¡¡¡qué locos!!! Parecen bobos, querer ser de oposición y no participar!!!
Cuando me dijo que esa decisión estaba en mis manos, la verdad, mis manos sudaron.
¿En mis manos? Participar…, inscribirme…, votar… ¿Cuándo? ¿Para qué? ¿Qué es la Asamblea?
Es increíble, Zori me dejó sembrado un gusanito. Esta noche averigüo bien, que es eso de la Asamblea.
Creo qué mi papá se va a extrañar, pero va a tener que responderme unas cuántas preguntas.
Mientras, voy a ver qué necesito para inscribirme.

Fdo. Mireya Escalante